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Cómo un evento sobre inclusión identifica retos que tiene la política internacional en el contexto de la covid-19
How an event on inclusion identifies the challenges of international politics in the context of covid-19
 

iDMaría Guadalupe Galván Martínez1

iDLuis Jesús Ibarra Manrique2

 

1Profesora de tiempo completo en la Universidad de Guanajuato, Departamento de Educación. Correo electrónico: mg.galvan@ugto.mx

2Profesor de tiempo completo en la Universidad de Guanajuato, Departamento de Educación. Correo electrónico: ljibarra@ugto.mx

 
Resumen

La realización de un evento académico sobre inclusión educativa y discapacidad en una universidad pública estatal, hace visible y permite identificar en un contexto de excepcionalidad como el que vivimos hoy, provocado por el virus que azota nuestro planeta, los retos que tiene la política internacional y los de nuestra propia individualidad para buscar alternativas a nuestra formación y sobre todo a una mejor forma de convivencia comunitaria, donde haya menos subjetividades excluidas y donde colectivamente aprendamos a alterar los mecanismo de lucha por lo que nos corresponde, por nuestros derechos, haciendo una disrupción voluntaria con la reproducción de un cierto estado de cosas que nos permita el replanteamiento de políticas, culturas y prácticas de la no discriminación, de políticas de diseño universal para el aprendizaje y accesibilidad arquitectónica de comunicación y que efectivamente dichas acciones se puedan palpar en la práctica inclusiva en el día a día.

Palabras clave: 
inclusión; discapacidad; virus; individualidad y políticas internacionales.
 
Abstract

The realization of an academic event on educational inclusion and disability in a state public university, makes visible and allows to identify in a context of exceptionality such as the one we live today, caused by the virus that plagues our planet, the challenges faced by international politics and those of our own individuality to look for alternatives to our training and above all to a better form of community coexistence, where there are fewer excluded subjectivities and where collectively we learn to alter the mechanisms of struggle for what corresponds to us, for our rights by making a voluntary disruption with the reproduction of a certain state of affairs that allows us to rethink policies, cultures and practices of non-discrimination, policies of universal design for learning and architectural accessibility of communication and that these actions can effectively be felt in inclusive practice in day to day.

Keywords: 
inclusion; disability; virus; individuality and international politics.
 
 
 
Introducción

Una pregunta inmensa y provocadora con la que iniciaremos este trabajo es: ¿cuánto tendrán las políticas nacionales e internacionales que replantearse para poder enfrentar los desafíos de la post-pandemia? Obviamente las ideas propias y los desarrollos teóricos que se expondrán en el presente trabajo serán solamente bosquejos de escenarios con finales inciertos, desconocidos y sobre todo abiertos, y es ahí donde se encuentra paradójicamente su limitación y su riqueza, dado que podemos explorar un abanico de todas las posibilidades para poder encontrar los mejores potenciales posibles futuros que nos permitan vivir en un mundo mucho más civilizatorio y esperanzador.

Iniciaremos con la descripción de un evento académico sobre inclusión y discapacidad que permita reflexionar en este contexto de pandemia, sobre situaciones y disrupciones que ya se encontraban ahí y que, sin embargo, en este estado de emergencia se hacen más visibles para su urgente atención.

Transformar a las personas con discapacidad como sujetos de poder y saber, y afrontar los retos desde varias perspectivas -la del alumno, del maestro, del padre, de autoridades- significa dar respuestas transformadoras, es decir reflexividad formativa. ¿Cómo desplazarnos por la construcción polisémica del concepto de educación para todos, donde se lleve a cabo con absoluto respeto por la sensibilidad, la comprensión y el entendimiento de las personas con discapacidad su inclusión cada vez más real en los diversos espacios sociales? Con una mirada crítica, alternativa y creativa, en fin, sociodiscursiva, para reconstruir el saber en su contexto de realización, en su trama o narrativa y poder ver qué problemas no fueron visibles y reflexionar desde esa posibilidad y posicionamiento de resistencia, es decir, se debe reconstruir y deconstruir.

Un elemento político y pedagógico se entrama y se relaciona con las narrativas y las vidas de las personas en situación de vulnerabilidad en el espacio cotidiano escolar, para que puedan develarse y decantarse y vayan posicionándose políticamente. Son importantes los desplazamientos de posición de poder para saber que emerjan las verdades que subyacen, por dolorosas que sean, y apoyar a los estudiantes en situación de vulnerabilidad a saber desmarcarse y desidentificarse de sus propias barreras y logren desplazarse a un espacio que favorezca su creatividad e imaginación. Solamente se les puede enseñar a decirle al otro que no arrase, con una valiente denuncia de las injusticias, y todo lo anterior posiciona no sólo al estudiante sino también al profesor, políticamente ante un sistema que aún no incorpora bien a bien las políticas de inclusión y también ante el poder hegemónico e ideacional.

Por lo anterior es que en este trabajo se articulan los aportes del mencionado evento académico de inclusión y discapacidad, con los desafíos para replantear las políticas internacionales, nacionales y locales en el presente tiempo vivido por la covid-19, y se presentarán aquí mismo los desarrollos teóricos y planteamientos de tres académicos de actualidad: De Sousa Santos (2020), Pérez-Castro (2020) y Preciado (2020), quienes nos permitirán reflexionar sobre un mundo ética y ecológicamente más aceptable y civilizador.

Organización del evento de inclusión educativa

El evento académico que describiremos en este ensayo es un Seminario de Inclusión Educativa y Discapacidad, que contó con nueve sesiones y 25 horas de trabajo durante los meses de octubre y noviembre de 2020. Fue organizado desde la Coordinación del Programa de Inclusión Social y el Departamento de Educación; dicho programa forma parte del eje de Igualdad Humana del Proyecto Institucional 2019-2023 del rector de la Universidad de Guanajuato.

Las ideas, experiencias, conceptos y proposiciones fueron expuestos magistralmente por los ponentes y conferencistas del Seminario, donde se pone de relieve a la educación inclusiva de las personas con discapacidad en el contexto de educación superior y se realiza en los tiempos de emergencia y excepción vividos por la covid-19.

Se trató sobre la legislación, política y cultura, así como de la implementación de prácticas educativas y de qué forma han logrado disminuir la discriminación, también de los museos incluyentes y museos para la paz, del empoderamiento de las personas con discapacidad y las oportunidades laborales para todos, del mundo de la diversidad en la música, de los derechos humanos de estas personas, de los retos y barreras que se enfrentan y la importancia de las historias, narrativas y de sus experiencias, en la búsqueda de un mundo más equitativo.

Quien coordinó el programa de inclusión es la licenciada Rebeca, hablaremos brevemente de ella, dado que es una persona con discapacidad, pero con una experiencia vital extraordinaria, aun con sus vivencias edificantes y otras no tan afortunadas y una serie de barreras con las que se enfrentó y superó. Rebeca es una mexicana de 24 años, realizó en España una estancia académica durante su último semestre de la Licenciatura en Administración Pública de Ciencias Políticas, cursada en la Universidad de Guanajuato; tiene sordera profunda bilateral de nacimiento, pero se comunica con aparatos auxiliares, lectura labiofacial y lengua de señas mexicana.

Rebeca actualmente se encuentra al frente de la coordinación del Programa de Inclusión Social en la Universidad de Guanajuato y está trabajando con mucho compromiso para contribuir, sumar y velar por los derechos de las personas con discapacidad, escuchando sus inquietudes y necesidades, y considera que su discapacidad no ha sido ningún obstáculo para lograr sus metas y propósitos, es por ello que invita siempre a los estudiantes con discapacidad a superarse y concluir sus carreras exitosamente.

Comenta que a largo plazo la universidad puede formar parte de la Red de Instituciones de Educación Superior por la Inclusión de Personas con Discapacidad (RIDES-MX), vertiente de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) para lograr un trabajo coordinado con las demás universidades entrevista a (Rebeca, 2020: 3).

Seminario de Inclusión Educativa y Discapacidad, y su contribución

Expondremos enseguida los desarrollos temáticos de algunos de los conferencistas, aclarando que entre ellos además de tener el grado de doctores, maestros o licenciados, o cargos como directores de alguna institución pública, hay algunos que son además personas con discapacidad.

La doctora María Eugenia Chávez Hernández: expuso sobre la vulnerabilidad social, misma que implica gente en desventaja y en posibilidad de presentar un daño; así como de museos incluyentes, pueblos hermanos (para extranjeros), museos por la paz, y raíces latentes para las comunidades indígenas.

El maestro Noé González Gallegos: muy atinadamente expone que, en la Universidad de Guadalajara, en 2015 había un Programa de Universidad Incluyente, en 2017 la Unidad de Inclusión, en 2018 la Defensoría de los Derechos Universitarios, para platicarnos sobre la política institucional de inclusión.

La maestra Gloria Castañeda Fuentes: psicóloga, coordinadora de inclusión de la Universidad Anáhuac, México. Explica que en el mundo hay aproximadamente 7.7 millones de discapacitados y que la propia exclusión la practican las mismas personas con discapacidad por miedos y prejuicios y no lo dicen; por lo tanto, tampoco saben que existen apoyos, pero ellos mismos se excluyen y sufren también de la exclusión de los demás o de la sobreprotección.

El doctor José Luis Cabezas Casado: doctor en Gerontología. Presenta la idea de profesores-tutores-mediadores-estudiantes, que es un colaborador de estudiantes con y sin discapacidad, es decir, sociedad para todos. Variadas iniciativas de apoyo a las personas con discapacidad; por ejemplo: se quiere contar con el mundo de la diversidad también en la música.

El maestro José Grimaldo: licenciado en Ciencias de la Comunicación. Habló de la Convención de los Derechos para Personas con Discapacidad y de la Ley de Personas con Discapacidad en el estado de Guanajuato, también de fundaciones civiles, asociaciones y agrupaciones dedicadas a integrar alumnos con discapacidad en todas las actividades, y finalmente sobre la Ley General y Estatal de Personas con Discapacidad.

El maestro en Derecho Francisco Martín Flores Sánchez: nos enseña que “No es la discapacidad la que hace difícil la vida sino la actitud de las personas hacia la discapacidad”, tener presentes derechos humanos y la inclusión. Habló sobre ajustes razonables, un diseño universal y de inclusión curricular en accesibilidad y principalmente en actitudes.

Palmira Martínez y Alberto Pantoja: hablaron de inclusión en el arte, de la fotografía relacionada con colores, texturas, olores y cuyos objetivos son la reflexión emocional en los colores, despertar impresiones en ciegos; además la crítica social hacia la inclusión y el empoderamiento de las personas con discapacidad, su sentido de comunidad para sentirse parte de ella.

El maestro Rodolfo Torres Gutiérrez: licenciado en Ciencias de la Comunicación, nos recuerda la premisa “Nada de nosotros sin nosotros”, es decir, tomar en cuenta historias, narrativas, experiencias de personas con discapacidad desde su propia perspectiva.

En términos generales mencionaremos algunos razonamientos y premisas tratados durante las sesiones del Seminario que contribuyeron a aclarar tan complejos temas:

  • La inclusión no sólo debe ser una filosofía, sino que debe transformarse en políticas y prácticas.

  • La inclusión de la discapacidad se promueve tanto en lo curricular como en la infraestructura y la legislación.

  • Generalmente el nivel de escolaridad es más bajo en personas con discapacidad.

  • En España se ha trabajado mucho para consolidar una cultura inclusiva y además se cuenta con la infraestructura para personas con discapacidad en educación superior.

  • La situación de la discapacidad fue presentada en cifras según la ONU, el Banco Mundial y la legislación española.

En el espacio europeo de educación superior, el desarrollo de la legislación y la implementación de prácticas educativas ha logrado efectivamente disminuir la discriminación de personas con discapacidad.

Vínculos con las políticas internacionales

En una de las exposiciones se habló de retos en el contexto de pandemia y uno de ellos era que más que las discapacidades motrices, visuales o auditivas, se contemplaba que el verdadero reto son las discapacidades intelectuales, mismas que se traducen en política pública, pero se señalaba que con la pandemia se vino abajo lo de política pública al ya no ir a la escuela de manera presencial y ahora tendrá que haber replanteos, pues si antes la ayuda era retrógrada y asistencialista al querer dar dinero en lugar de trabajo a las personas con discapacidad, ahora tendrá que ser diferente pues lo que se debe dar es trabajo; por lo tanto, después de la cuarentena por la covid-19 ¿cuánto tendrán las políticas nacionales e internacionales que replantearse para poder enfrentar los desafíos de la post-pandemia?

Otro reto a nivel de las políticas internacionales, sobre todo en esta situación de emergencia, es entender la dicotomía y se ve siempre en términos de brechas, entender la singularidad de las personas vulnerables y en especial de las que tienen alguna discapacidad, es entender el término de inclusión en toda su extensión, en su constitución social, histórica y polisémicas; en una palabra, es entender que hay distintas miradas para hechos y fenómenos tan sentidos como lo que es una comunidad escolar inclusiva. Desde nuestra perspectiva, debemos parar la lógica binaria del bien y del mal, una lógica platónica, aristócrata, del más y del menos, del que tiene y del que no tiene, donde irremediablemente aparece la figura de la carencia, es decir del que no tiene y lo anterior es el principio de la segregación y la discriminación, que se ha visto a lo largo de la historia en la cuestión de género, con los pobres, los discapacitados, los indígenas, grupos étnicos, mismos que no son tomados en cuenta.

Pero dejemos que algunos teóricos ahora nos muestren sus desarrollos sobre lo que está pasando en este contexto de excepcionalidad que vivimos hoy, para que con base en ello podamos en un trabajo como el presente identificar cuáles son los retos y desafíos que, a nivel de políticas internacionales, pero también estatales y a nivel individual se deben enfrentar y qué propuestas hay para el correspondiente replanteamiento de éstas, si lo que pretendemos es un mundo más ética y ecológicamente formado, una sociedad que sepa preservarlo.

Futuro que perfilan algunos teóricos

Iniciaremos este apartado exponiendo y dialogando con las interesantes ideas de Paul B. Preciado, quien es uno de los académicos y filósofos de la teoría y movimiento Queer, además de ser un pensador de actualidad, que aborda el tema de la producción de subjetividades contemporáneas impactadas por las diferentes formas de poder, que se dirige a los cuerpos, al sujeto de la población, lo hace a través de los postulados de Michel Foucault y de conceptos propios y ahora le añade toda la cuestión del aprendizaje que nos deja el virus en este contexto de pandemia y que al producirse a gran escala genera exclusión.

Recuerda Preciado (2020) cierta enseñanza de Foucault, y es que el objeto de toda política es el cuerpo del sujeto que forma parte de la población y a partir de eso, dice que la tarea misma de la acción política es fabricar un cuerpo, ponerlo a trabajar, definir su modo de reproducción y prefigurar sus modalidades de discurso y bueno, pues eso sería justamente el fenómeno de la vertiente positiva del poder.

Aquí una de las ideas más importantes de este texto articuladas con la ciencia política, tiene que ver con cómo conducir a la población de tal manera que ella misma sea inconsciente de lo que se le hace hacer y es aquí donde Preciado vincula lo anterior con la pandemia del coronavirus, con la delimitación de políticas y medidas tomadas a nivel mundial y que hace meses serían impensables, y dice que cada comunidad y cada sociedad va a afrontar el virus de la misma manera en que construye su soberanía política, es decir, la pandemia actual serviría para visibilizar las obsesiones que tiene el poder de turno, no el gobierno de un país, sino el poder de turno en el sentido de cómo el poder hoy en día procede. De esta forma se visibilizarán cosas que ahí ya estaban, como en Estados Unidos se declara la prohibición de todo tipo de inmigración.

Se vislumbran los contornos de una nueva subjetividad, pero Preciado (2020), que es muy escrupuloso, para poder explicar esta producción y reproducción de subjetividades y exposición de exclusiones toma los ejemplos de la sífilis del siglo XVI al XVIII y también toma el ejemplo del VIH, del virus del sida, y señala que en relación con lo anterior se visibilizaban tremendas formas de represión y de exclusión social que dominaban en las distintas épocas, es decir, las obsesiones por la pureza racial y cierto estereotipo de familia y todo lo que no se pareciera a ese modelo era sospechoso, peligroso y excluido como posibles transmisores. Se prohibían los matrimonios de distinta raza, las relaciones fuera del matrimonio eran desalentadas y, por lo tanto, como vemos hay cuerpos que van al lugar de los desterrados de la tierra y de la escoria de la humanidad, porque se alejan del modelo y de la norma y hoy como entonces, el virus visibiliza las técnicas biopolíticas que obsesionan al poder y que tratándose de subjetividades excluidas, ya estaban operando mucho antes de la presente pandemia.

Lo que se postula en este texto es que hay un delineamiento de un sujeto tecnoneoliberal, que habla de una prisión blanda de la tele república de nuestra casa, de que nuestra casa pasa a ser el nuevo centro de producción, de consumo, pero también de control biopolítico donde todo está monitoreado, opera la videovigilancia, el big data, el control a partir de los dispositivos móviles y de las estadísticas de los datos, habla de una subjetividad sin manos, que no toca demasiado el efectivo, que usa dinero digital y tarjetas de crédito que obviamente quienes no estén encaminados a eso quedarán excluidos, que no hablan en directo sino que dejan mensajes de voz, que no se reúnen y se colectivizan, que no tienen rostro, que usan máscara y prótesis cibernéticas.

Pero al igual que otros autores, Preciado (2020) también hace una interesante propuesta, pues nos dice que podemos ir más allá de esas políticas de identidad y de frontera que a lo largo de la historia lo que han hecho es segmentar y excluir, y bosqueja este escenario con un final incierto, desconocido y sobre todo abierto, dado que todavía nos encontramos transitando en el mismo. Pero dejemos que el mismo autor con sus fascinantes palabras nos comente la importancia de que nosotros como humanidad también debemos, al igual que el virus, mutar si lo que queremos es sobrevivir en este complejo contexto.

Contrariamente a lo que se podría imaginar, nuestra salud no vendrá de la imposición de fronteras o de la separación, sino de una nueva comprensión de la comunidad con todos los seres vivos, de un nuevo equilibrio con otros seres vivos del planeta. Necesitamos un parlamento de los cuerpos planetario, un parlamento no definido en términos de políticas de identidad ni de nacionalidades, un parlamento de cuerpos vivos (vulnerables) que viven en el planeta Tierra. El evento covid-19 y sus consecuencias nos llaman a liberarnos de una vez por todas de la violencia con la que hemos definido nuestra inmunidad social. La curación y la recuperación no pueden ser un simple gesto inmunológico negativo de retirada de lo social, de cierre de la comunidad. La curación y el cuidado sólo pueden surgir de un proceso de transformación política. Sanarnos a nosotros mismos como sociedad significaría inventar una nueva comunidad más allá de las políticas de identidad y la frontera con las que hasta ahora hemos producido la soberanía, pero también más allá de la reducción de la vida a su biovigilancia cibernética. Seguir con vida, mantenernos vivos como planeta, frente al virus, pero también frente a lo que pueda suceder, significa poner en marcha formas estructurales de cooperación planetaria. Como el virus muta, si queremos resistir a la sumisión, nosotros también debemos mutar (p. 6).

No cabe duda de que de mil formas el contexto de pandemia vivido hoy por hoy nos enfrenta a nuestra frágil condición humana, a nuestra vulnerabilidad y sobre todo a no poder darle la vuelta a la incertidumbre que, lo queramos o no, seamos conscientes de ello o no, para bien o para mal, también es parte inherente de nuestra condición humana. ¿Cómo mutar a nivel planetario en este complejo contexto? Pérez-Castro (2020) afirma que el siglo xx fue muy catastrófico, pero que en el siglo XXI la tendencia de desastres naturales va en aumento dado que son producto de la combinación de las amenazas, los riesgos y la vulnerabilidad en la que nos encontramos, y de esa forma la presión sobre nuestros mecanismos sociales para enfrentarlos ha crecido irremediablemente.

Como ya fue señalado por Preciado, lo mismo opina Pérez-Castro (2020) respecto de que las respuestas a la pandemia covid-19 fueron diversas y no las más adecuadas, no nos detendremos en esto, que para nuestro análisis ya está explicado, pero sí se pondrá de relieve que la pandemia en lo financiero ha representado pérdidas para casi todos, pérdidas de ingresos, de seguridad, de cierre de negocios y hasta de transitar de clase media a la pobreza, pero un gran porcentaje de la población que antes de la misma ya vivía en condiciones deplorables, los altamente vulnerables han perdido lo poco que tenían y las pérdidas no son solamente a nivel individual, sino que también podríamos hablar de una situación de desastre a nivel de instituciones públicas, gobiernos nacionales e instancias internacionales, mismas que han tomado rasgos de catástrofe con esta nueva situación.

En un escenario como el presente, las propuestas de solución surgen aun cuando ya han sido expuestas en otras ocasiones sin señales de mucho logro, y surgen a nivel individual, institucional y de gobiernos nacionales y organismos multilaterales.

En el ámbito gubernamental, Pérez-Castro (2020) comenta que urge incorporar un enfoque de reducción de riesgos de desastres en planes, programas y políticas institucionales, pero que además sean integrales y de largo alcance, es decir, que incluyan a la población más vulnerable, pues de otra forma estos desastres acrecientan las desigualdades sociales ya de por sí tan escandalosamente marcadas. Por otro lado, a nivel individual propone la educación, concretamente incluir en contenidos curriculares el verdadero desarrollo de valores y prácticas solidarias, que construyan comunidades resilientes a partir de la conciencia y participación ciudadana, de tal forma que estemos prevenidos para antes, durante y después de los desastres y con redes de apoyo en la medida de lo posible recuperar nuestra localidad.

Como vemos, se insiste en la formación de una comunidad solidaria en tiempos de desastres; nos remitiremos ahora a reflexionar sobre un último desarrollo teórico, expuesto por de Sousa Santos (2020), quien argumenta que “pandemia” etimológicamente significa comunión del pueblo. Y se pregunta: ¿qué extraña comunión y solidaridad, aislándonos y sin tocarnos? ¿Será posible otro tipo de comunión? Y continúa el autor comentando que el capitalismo neoliberal empeora la situación de crisis a la que ha sido sometida la población mundial, dado que desde los años ochenta el mundo ha vivido en un estado de crisis permanente, y cuyo término “crisis permanente” es un oxímoron (paradoja o contradicción), como decir “muerto viviente”, dos palabras opuestas que juntas dan un nuevo significado: zombi.

Analizar y comprender los fenómenos de una sociedad tan caótica e incierta como la que vivimos en la actualidad, además de reflexionar y profundizar en lo que le ocurre en este contexto a seres vulnerables, expuestos como mínimo a la marginación de la sociedad, de la familia y de los seres que dicen amarlos, requiere de una metodología humanista con una visión global y esencial que verdaderamente se enfrente a interrogantes humanas, que reforme el pensamiento para enfrentar el destino humano, un destino que incluya, que integre, que reconozca al otro en su diferencia y pluralidad.

Las pandemias y los desastres naturales, afirma de Sousa Santos (2020), son provocados por la desarticulación entre los procesos políticos y los procesos civilizatorios, y eso irremediablemente nos llevará a más y más pandemias y desastres.

Desde el punto de vista de De Sousa Santos (2020), la separación entre los procesos políticos y civilizatorios tuvo lugar simbólicamente con la caída del Muro de Berlín y eso consolidó la idea de que no había alternativa al capitalismo, y los debates civilizatorios empezaron a suceder fuera de los procesos políticos y se dejó de pensar en fenómenos como el calentamiento global, desastres naturales, pérdida de biodiversidad, la ocurrencia de eventos climáticos extremos y, como resultado, más epidemias y pandemias globales y letales; por lo tanto, propone la rearticulación de estos procesos para comenzar a pensar en una sociedad más humilde ante el plantea que habita. Es decir, De Sousa Santos (2020) piensa que la alternativa debe ser una nueva articulación con las siguientes características:

La nueva articulación presupone un giro epistemológico, cultural e ideológico que respalde las soluciones políticas, económicas y sociales que garanticen la continuidad de una vida humana digna en el planeta. Este cambio tiene múltiples implicaciones. La primera es crear un nuevo sentido común, la idea simple y evidente de que, especialmente en los últimos 40 años, hemos vivido en cuarentena, en la cuarentena política, cultural e ideológica de un capitalismo encerrado en sí mismo, así como en la cuarentena de la discriminación racial y sexual sin las que el capitalismo no puede sobrevivir (pp. 84 y 85).

Mencionamos aquí a nuestra sociedad como discriminadora y en general como caótica e incierta porque vivimos en los primeros 20 años del siglo XXI infinidad de situaciones de desastres tanto naturales como sociales y dentro de estos últimos la lacerante pobreza de porcentajes elevados de la población, la polarización injusta de la riqueza, del conocimiento y por consecuencia del poder, los saqueos y la delincuencia atroz, las protestas, la inconformidad de grandes grupos de la población, el descuido político por la naturaleza y el medio en el que vivimos y no queremos regresar a eso y, por lo tanto, cerramos este apartado con la pregunta: ¿habrá alternativas contempladas en la acción política para vivir, producir y consumir de formas distintas?

Conclusiones

A manera de cierre del presente trabajo de reflexión sobre cómo un evento académico sobre inclusión educativa y discapacidad en una universidad estatal, hace visible y permite identificar en un contexto de excepcionalidad como el que vivimos hoy, provocado por el virus que azota nuestro planeta, los retos que tiene la política internacional y los que tenemos nosotros desde nuestra propia individualidad para buscar alternativas a nuestra formación y sobre todo a una mejor forma de convivencia comunitaria y tal como nos lo comenta en su propuesta Preciado (2020), sería un modelo de comunidad donde haya menos subjetividades excluidas, donde colectivamente aprendiéramos a alterar lo que hacen los gobiernos, que es llamarnos al encierro y al teletrabajo que, dicho sea de paso, debe leerse como la descolectivización y el telecontrol, pero podemos utilizar nuestra energía vital del encierro para desconectarnos de la Internet y estudiar las diferentes tradiciones de lucha, y si somos valientes nos daremos permiso de hacer cierta disrupción voluntaria con la reproducción de un determinado estado de cosas que hasta ahora no ha dado muestras de efectividad.

Como podemos ver, una vez más se insiste en la conformación de comunidad y no en la desintegración de ella, es decir, no en la descolectivización y el teletrabajo, pareciera que vamos en sentido contrario y aunque la realidad una y otra vez nos refrenda en la cara que no es por ese camino, la insistencia es tal que podemos llegar a pensar que ocurre una de dos cosas, o que estamos mal informados o que ha habido mala intención en la información difundida, que nos hacen sospechar y pensar en: ¿qué intencionalidades ocultas habrá detrás? ¿Será la biopolítica del poder tal como fue expuesta por Preciado, tan alarmantemente preocupante? Nos encontramos transitando justo esta etapa de reflexión.

Como podemos ver, la superación de la cuarentena viene mucho más por el lado de la integración de varias perspectivas: la política por supuesto y ahí se enfatiza el daño que nos ha causado el capitalismo, pero también la social y la del conocimiento e información ética, en esa articulación de lo político y lo que implica todo lo civilizatorio, justo para que en el estado de emergencia que vivimos hoy, se contemple como alternativa una relación comunitaria de equidad e inclusión con nuestros semejantes y de respeto sagrado con la naturaleza, con una interpretación más humana y más humilde del pensamiento performativo contemporáneo, que con el capitalismo se volvió ecológicamente inaceptable.

Después de todo lo antes expuesto, nosotros aquí y ahora, en este trabajo nos preguntamos con desazón: ¿qué debemos hacer? ¿Qué nos ha fallado? ¿Formas estructurales de cooperación planetaria? ¿Hemos sido tan ciegos al destruir nuestra casa y torturar a los nuestros, sobajándolos y excluyéndolos? Algo tenemos que hacer y como dice Preciado, quizá debemos mutar, pero no sólo a nivel de políticas planetarias sino también a nivel individual, de tal forma que seamos merecedores de una mejor vida, quizá de una vida y una sociedad que cuide, que proteja, que ame y que incluya.

 
 
 

 

Referencias bibliográficas
De Sousa Santos, B. (2020). La cruel pedagogía del virus. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). (Libro digital, pdf).
Pérez-Castro, J. (2020). Contender con situaciones calamitosas: Políticas y acciones ciudadanas. IISUE, Educación y pandemia. Una visión académica. México: UNAM. Recuperado el 15 de marzo de 2021 en http://www.iisue.unam.mx/nosotros/covid/educacion-y-pandemia
Preciado, P. B. (2020, 28 de marzo). Aprendiendo del virus. El País. Recuperado el 01 de marzo de 2021 en https://elpais.com/elpais/2020/03/27/opinion/1585316952_026489.html
Universidad de Guanajuato. (2020). Entrevista para boletín informativo a la licenciada Rebeca Cruz Alfaro. Guanajuato, México.