Esfuerzos de cooperación EU-ALC para alcanzar la Meta del Milenio 3: “Promover la igualdad de género y empoderamiento de la mujer”

Resumen

La desigualdad de género y la violencia contra la mujer es un problema im-portante en América Latina y el Caribe. Se manifiesta en cuestiones como la violencia de género, la menor participación política de las mujeres, el empleo y la desigualdad salarial, el analfabetismo femenino y la dificultad que tiene la mujer para acceder a la salud sexual y reproductiva plena. El continente latinoamericano ha logrado progresos hacia la igualdad de género y el em-poderamiento de las mujeres en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, incluido el acceso igualitario a la educación primaria entre niñas y niños. Sin embargo, las mujeres y las niñas siguen sufriendo altos índices de discriminación y violencia en la mayoría de los países latinoamericanos. En esta región específica del mundo, las mentalidades de los actores civiles y políticos de la sociedad necesitan procesar plenamente el hecho de que la igualdad de género no es sólo un derecho humano fundamental, sino un fundamento necesario para una sociedad pacífica, próspera y sostenible. El empoderamiento económico de las mujeres se define como un proceso de transformación, en el cual las mujeres ganan un mayor acceso y poder sobre los activos económicos y las decisiones económicas. A través de programas como eurosocial y alfa III financiados por la Comisión Europea, la Unión Europea ha tratado de incrementar su cooperación con América Latina en este ámbito. Algunos proyectos, como Igualdad, llevados a cabo en el marco de estos programas, directa o indirectamente, tienen como objetivo proporcionar a las mujeres y niñas igualdad de acceso a la educación, la salud, el trabajo decente y la representación en los procesos políticos y económicos de toma de decisiones. El logro de estos objetivos contribuiría sin duda a desarrollar economías más sostenibles y beneficiar a las sociedades ya la po-blación en su conjunto, como ya lo hizo en parte. Sin embargo, a lo largo de los años se ha aclarado, con una baja ayuda financiera dedicada al pro-blema, que este aspecto de la cooperación no fue la primera prioridad de la Unión Europea en América Latina. En cuanto a hoy, 17 años después de fijarlos objetivos del milenio, una cosa es segura: todavía hay mucho por hacer para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina.